Tanques de acero recubierto de epoxi

El proceso de recubrimiento de acero con epoxi generalmente implica tres pasos principales. El primer paso es la preparación de la superficie, que consiste en limpiar el acero para eliminar cualquier suciedad, óxido u otros contaminantes que puedan evitar que el epoxi se adhiera correctamente. Esto se puede hacer utilizando varios métodos, como el pulido con chorro de arena o la limpieza química.

El segundo paso es la aplicación del revestimiento epoxi, principalmente a través de la pulverización electrostática para completar. Dependiendo de la aplicación y del tipo de epoxi que se está usando, pueden ser necesarias múltiples capas para lograr el nivel deseado de protección.

Finalmente, el acero revestido se cura a una temperatura específica y durante un período de tiempo establecido. Esto permite que el epoxi se endurezca completamente y se adhiera al acero, creando un revestimiento protector duradero y duradero.

El acero recubierto de epoxi se usa comúnmente en aplicaciones donde se requiere resistencia a la corrosión, como en tuberías, tanques y otros equipos industriales. También puede ser utilizado en aplicaciones arquitectónicas.